sábado, 17 de mayo de 2014

Jornada V. Interpretación del desenlace de Don Álvaro o la fuerza del sino.

En la jornada V hay varios rasgos que debemos destacar. Para empezar, diremos que estamos ante una escena costumbrista donde Melitón reparte alimento a los pobres que van a pedir a la iglesia.

Mujer: “Mis cuatro raciones”.
Manco: “¡A mí antes!”
Viejo: “¡A mí!”
Todos: “¡A mí, a mí!”

Hay un gran misterio que rodea al personaje “Padre Rafael”, a quien conocemos por el diálogo entre el Padre Guardián y Melitón, donde se atan cabos de la personalidad tan misteriosa que rodea al Padre Rafael.

Hermano Melitón: “...Y hay algunos tan insolentes... Hasta llaman bazofia a la gracia de Dios... Lo mismo que restregarme siempre por los hocicos al padre Rafael; toma si nos daba más, daca si tenía mejor modo, torna si era más caritativo, vuelta si no metía tanta prisa. Pues a fe, a fe, que el bendito padre Rafael a los ocho días se hartó de pobres y de guiropa, y se metió en su celda, y aquí quedó el hermano Melitón. Y, por cierto, no sé por qué esta canalla dice que tengo mal genio. Pues el padre Rafael también tiene su piedra en el rollo, y sus prontos, y sus ratos de murria como cada cual.”

Padre Guardián: “Basta, hermano, basta. El padre Rafael no podía, teniendo que cuidar el altar, y que asistir al coro, entender en el repartimiento de la limosna, ni éste ha sido nunca encargo de un religioso antiguo, sino incumbencia del portero... ¿Me entiende?... Y, hermano Melitón, tenga más humildad, y no se ofenda cuando prefieran al padre Rafael, que es un siervo de Dios a quien todos debemos imitar.”

Ocultar la identidad y engañar resulta necesario para que los personajes consigan sus propósitos en esta obra. Aparece así el pensamiento romántico de que el mundo es todo máscara.

Las apariciones satánicas, como vemos el siguiente ejemplo, pudieron sorprender al público de la época:
Escena III
El hermano Melitón y Don Alfonso vestido de monje, que sale embozado.

El personaje quiere liberarse de toda atadura que une al hombre con lo terrenal en la escena IV.
Hay un proceso de anacnórisis, Don Álvaro se ha olvidado de su propia identidad y recuerda por qué está en España.

...DON ÁLVARO, vestido de fraile franciscano, aparece de rodillas en profunda oración mental.

Han pasado cuatro años y el protagonista ha intentado olvidar todo lo que ha ocurrido, por eso puede hablar con sosiego con Don Alfonso al comienzo de la conversación:

Don Álvaro (Con gran calma, pero sin orgullo):
Entiendo, joven, entiendo,
sin que escucharos me pasme,
porque he vivido en el mundo
y apurado sus afanes...”

Las interrogaciones retóricas, podemos decir que retrasan en cierto modo lo que va a ocurrir:

Don Alfonso: “Qué nombre
osáis pronunciar?”

Pero Don Álvaro pierde el sosiego y reacciona, aunque trata de contenerse pidiendo ayuda a Dios. Le ofrece el perdón del religioso humilde.
Vemos que en el drama romántico es muy importante no solo la palabra, sino el gesto. Don Álvaro se arrodilla a Don Alfonso aunque este lo desprecia.

Don Álvaro (Retirándose): “No, que aún fortaleza
para resistir la lucha
de las mundanas pasiones
me da Dios con bondad suma.
¡Ah! Si mis remordimientos,
mis lágrimas, mis confusas
palabras, no son bastante
para aplacaros; si escucha
mi arrepentimiento humilde
sin caridad vuestra furia.
(Arrodíllase)
prosternado a vuestras plantas
vedme, cual persona alguna
jamás me vio...”

Don Álvaro pierde los papeles porque sus intentos de arrepentirse han fracasado. Pide al infierno que se lo lleve.
Ahora el protagonista se ha convertido en una representación diabólica. Es el mismo infierno.
Don Álvaro (Fuera de sí):
¡Vos mentís, mentís, infame!
Venga el acero; mi furia
(Toca el pomo de una de las espadas.)
os arrancará la lengua,
que mi clara estirpe insulta.
Vamos.”

En la escena VIII vemos cómo se aproximan a la cueva del santo penitente.


El hermano Melitón también ha dado pistas sobre el carácter satánico de Don Álvaro, que termina siendo movido por el mismo infierno quitándose la vida.

¡Al infierno!...¡Buen vïaje!
También que era del infierno
dijo, para mi gobierno,
aquel nuevo personaje.
¡Jesús, y qué caras tan...!
Me tempo que mis sospechas
han de quedar satisfechas.
Voy a ver por dónde van...”

Otro ejemplo sería:

...miren que hay excomunión,
que Dios les va a dar castigo.
(Vuelve a la escena.)
No me oyen, vano es gritar.
Demonios son, es patente.
Con el santo penitente
sin duda van a cargar...
...pues tengo un miedo cruel.

La venganza se manifiesta aquí acercando al cielo a Don Álvaro, hecho que además adelanta el desenlace de la obra.

Leonor recobra la memoria y reconoce la voz de Don Álvaro.

Vemos en los propios diálogos de Don Álvaro su carácter satánico:

No...,no triunfa
tampoco con esta industria
de mis constancia el infierno...”
También en:

...¡El infierno me confunda!”

...¡Voy al infierno!”

Destacamos el siguiente fragmento, donde Don Álvaro se dirige a Don Alfonso y le dice:

Hombre, fantasma o demonio,
que ha tomado humana carne
para hundirme en los infiernos,
para perderme..., ¿qué sabes?...”

En otra ocasión Don Álvaro le pregunta a Don Alfonso:

¿Eres monstruo del infierno
prodigio de atrocidades?”

Como se aprecia en los ejemplos, podemos ver que Don Álvaro usa un vocabulario relacionado con lo satánico y esto convierte al protagonista en el propio infierno.
Llega a pedir la muerte para los dos.

Cuando Don Alfonso cae herido, pide a Don Álvaro que salve su alma, ya que él es ministro del Señor. Pero Don Álvaro le responde:

¡No, yo no soy más que un réprobo, presa infeliz del demonio! (...)”

Nos llama la atención las acotaciones como: “(Truena)” acordes con la situación que aparece en la escena.

Para terminar, vamos a citar algunas ideas del artículo de José Valero y Stephanie Zighelboim:

...Para todas las lecturas, ese sino es el sino de don Álvaro; éste es la víctima de esa fatalidad, sea metafísica, divina, social o desatinada. En contraste, nosotros planteamos aquí una lectura alternativa de esa relación. Nuestro punto de partida es que don Álvaro puede considerarse no sólo como víctima del destino sino también, y quizás de manera más productiva, como su medio, como instrumento de un destino histórico que condena al Antiguo Régimen al polvo de la historia”.

En la sociedad monetarizada el dinero media la satisfacción del deseo. Según Casalduero,
la “situación trágica” que descubre el romanticismo es la del magnetismo del deseo
aniquilador: “el corazón tiene una fuerza que choca contra la razón, y aun sabiendo que
acarrea la perdición del hombre, su magnetismo nos atrae y nos sentimos felices al vernos
en medio de esa corriente de pasión que todo lo inunda y todo lo arrastra” (255). Aunque
el crítico tiene en mente aquí a don Álvaro, lo cierto es que Leonor ejemplifica más
diáfanamante esa situación trágica, ya que es ella la que tiene que renunciar a todo lo que
tiene para perseguir su sueño”.

Referencias bibliográficas:

Imágenes
https://www.google.es/search?q=Don+%C3%81lvaro+o+la+fuerza+del+sino&rlz=1C1CHVZ_esES567ES567&es_sm=93&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=9Jt7U6fdFaPG0QWqw4HYBA&ved=0CAgQ_AUoAQ&biw=1366&bih=667#q=pelea+sat%C3%A1nica+en+don+%C3%A1lvaro&tbm=isch&facrc=_&imgdii=_&imgrc=dSBdBVorm_Xo-M%253A%3Bk9GoJyrTxvnW3M%3Bhttp%253A%252F%252F1.bp.blogspot.com%252F_zKDxpL5fI1I%252FTOYrTE7Ar9I%252FAAAAAAAAAEo%252F9wt-XdqbsO4%252Fs320%252Fduelo%25252Bde%25252Bhonor.JPG%3Bhttp%253A%252F%252Fambitocapileira.blogspot.com%252F%3B231%3B190

https://www.google.es/search?q=Don+%C3%81lvaro+o+la+fuerza+del+sino&rlz=1C1CHVZ_esES567ES567&es_sm=93&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=9Jt7U6fdFaPG0QWqw4HYBA&ved=0CAgQ_AUoAQ&biw=1366&bih=667#q=Car%C3%A1cter+sat%C3%A1nico&tbm=isch&facrc=_&imgdii=_&imgrc=WYFYCRaXmb2PoM%253A%3BTmpEhmFvycOjQM%3Bhttp%253A%252F%252F3.bp.blogspot.com%252F_41piFUHhthU%252FS-zXPi0K-oI%252FAAAAAAAAAAU%252F_VzSH4mvH-s%252Fs320%252Fsectas-satanicas.png%3Bhttp%253A%252F%252Finformesobresectas.blogspot.com%252F2010%252F05%252Flas-sectas-satanicas-una-realidad-hoy.html%3B275%3B275

https://www.google.es/search?q=Don+%C3%81lvaro+o+la+fuerza+del+sino&rlz=1C1CHVZ_esES567ES567&es_sm=93&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=9Jt7U6fdFaPG0QWqw4HYBA&ved=0CAgQ_AUoAQ&biw=1366&bih=667#q=suicidio&tbm=isch&facrc=_&imgdii=_&imgrc=0J7WIti6SciWzM%253A%3BQB9nNt7TfLqEQM%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.periodicodecrecimientopersonal.com%252Fwp-content%252Fuploads%252F2013%252F09%252FSuicidio-1.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.periodicodecrecimientopersonal.com%252F10-septiembre-dia-mundial-para-la-prevencion-del-suicidio%252F%3B600%3B381

Contenido
La lectura de la obra se ha realizado a partir del siguiente enlace: 

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/don-alvaro-o-la-fuerza-del-sino--0/html/fedc3d40-82b1-11df-acc7-002185ce6064_1.html#I_1_ 

Hemos usado para la realizar esta reflexión un artículo al que se puede acceder a partir del siguiente enlace: 

http://www.decimononica.org/wp-content/uploads/2013/01/Valero_y_Zighelboim_V3.1.pdf

Además hemos desarrollado algunas ideas tomadas en clase de "Teatro". 

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