lunes, 13 de mayo de 2013

Conclusión.

Para concluir diremos que las semejanzas que observamos en las obras no son exclusivas de estas, sino que corresponden a las características románticas. Es por eso que nos hemos centrado más en las diferencias, ya que las semejanzas son obvias. 
 
Destacamos la idea principal del amor imposible debido a que los padres casaban a sus hijas por sus propios intereses sin tener en cuenta sus sentimientos. Es por ello que las enamoradas optan por ingresar en el convento o suicidarse antes que vivir frustradas en la pena de amor.


Podemos decir que las características en que fundamentalmente difieren la obras es la “venganza” presente el El Trovador y el “amor eterno” que nos ofrece Macías.

5. Suicidio.

Es una forma de protesta en ambas obras. Es empleada por los enamorados porque posee un gran atractivo entre los artistas y escritores románticos, tanto en la narrativa como en el teatro. 
Algunos, como en el caso de Larra, llevaron el suicido hasta su propia vida.


Los enamorados optan por el suicidio como solución al sufrimiento provocado por un amor imposible.

Leonor y Elvira acaban suicidándose cuando ya no tienen esperanzas de vivir con sus amados, pero en el caso de Elvira, el amor gana. Ella al ver herido a Macías se suicida para vivir un amor eterno junto a él.

Sin embargo, Leonor sabe que irá al infierno por no cumplir sus votos a Dios. Quizás sea por eso que en su caso la muerte sea la ganadora, y no el amor.

En El Trovador, además, la muerte adquiere un sentido de venganza con Azucena, ya que ella por vengar a su madre mata a su propio hijo dándole la misma muerte que su madre tuvo. Además, ella recibe también una muerte por venganza por parte de Nuño, quien además acaba con la vida de Manrique sin saber que era su hermano.

En El Trovador, incluso el triunfo, en un principio, de Nuño por matar a su rival, resulta no ser un triunfo. La muerte, y sobre todo la venganza, es la que vence en esta obra. Además no hay triunfo de nadie, todo es una gran derrota. Vemos aquí que la muerte de Leonor se convierte en una despedida para los amantes:
Me muero, me muero ya
sin remedio; ¿dónde está
tu mano?” (vv. 392-394) El Trovador.
Adiós...! ¡adi...ós...!” (v. 398) El Trovador.
¡La he perdido!” (v. 399) El Trovador.

En Macías, el final con la muerte del protagonista y de Elvira, tiene un desenlace feliz. Ellos han preferido morir para conseguir el amor eterno que la vida no les ofrecía.

Lo vemos cuando Elvira le pide a Macías, ya herido, la daga para suicidarse y morir junto a él:
El punto ya es llegado.
¡Salva, mi único bien, salva a tu esposa!
Lo juraste.” (v. 1953)
Es mía
para siempre..., sí..., arráncamela ahora,
tirano.” (v.1957)

El tema de la muerte, por lo tanto adquiere un sentido muy diferente en estas obras.

4. Importancia del triunfo.

Este tema está representado en las obras por los personajes Nuño y Fernán Pérez.
Estos desean triunfar al casarse con la enamoradas que aman a otros hombres que no son ellos, pero a ninguno les importan los sentimientos de Leonor y de Elvira, porque lo único que pretenden es casarse por interés, ya que ellas pertenecen al mismo estamento que ellos; no son inferiores. Así, Nuño y Fernán Pérez no mancharán su apellido al concebir este matrimonio que tanto desean.

Son hombres nobles y crueles. 
Se ven en la necesidad de luchar por conseguir mujeres nobles
Vemos que a pesar de su poder no son correspondidos por Leonor ni Elvira, a quienes poco les importan sus apellidos.
Destacamos hasta dónde están dispuestos a llegar por conseguir sus triunfos, por ejemplo en Nuño cuando acepta la petición de Leonor cuando esta le ruega libertad para Manrique a cambio de su amor. Él acepta porque está dispuesto a hacerlo todo con tal de salir ganando, vicotrioso y triunfador. Esto que explicamos podemos verlo en los siguientes fragmentos:
¡Apiadarme! Más y más
me irrita, Leonor, tu lloro,
que por él vertiendo estás:
no lo negaré, aún te adoro;
mas ¿perdonarle? Jamás...” (vv. 238-242) El Trovador.

Corre, dile que el de Artal
su libertad le asegura;
pero que huya de Aragón;
que no vuelva ¿lo has oído?” (vv. 276-279) El Trovador.

En el caso de Fernán Pérez observamos que tiene también ambición de poder y de triunfo, además de un indudable interés en el casamiento con Elvira. Lo vemos en este texto donde Fernán habla con el padre de Elvira y le dice:
En ser breves haréisme gusto.
Y ahora, pues, que convenidos
estamos, y están unidos
nuestros intereses, justo
será que la confianza
haga de vos, si os parece,
que os prometí, y que merece
nuestra próxima alianza...” (vv. 121-128) Macías. 
 
En el caso de Nuño su único triunfo es la muerte de Manrique que sería su gran rival. Pero resulta ser otro mal que cae en el personaje, ya que se entera que Manrique era su hermano después de haberlo matado.
¡Mi hermano, maldición...!” (v. 463) El Trovador.

Podemos encontrar una relación entre Nuño y su rival, Manrique. Son valientes y luchan por su triunfo, aunque el triunfo de Manrique es el amor de Leonor, y el triunfo de Nuño sería conseguir casarse con Leonor para conservar su nobleza limpia. También vemos en ellos la importancia del honor. Por ejemplo, en el siguiente texto Nuño le habla a Leonor diciendo:
¿A eso viniste, ingrata,
a implorar por un rival?
¡Por un rival! ¡Insensata!
Mal conoces al de Artal.
No, cuando en mis manos veos
la venganza apetecida,
cuando su sangre deseo...
¡Imposible...!” (vv. 204-211) El Trovador. 
  
Además destacamos la forma en que Nuño y Manrique se dirigen a Leonor. Podemos decir que esto son indicios de lo que con posterioridad descubriremos a través del personaje Azucena, de que estos dos personajes rivales son, además, hermanos. Por eso quizás tengan tantas cosas en común en cuanto a la personalidad y en cuanto al modo de expresarse. Podemos ver estas semenjanzas en los siguientes ejemplos:
¡Encanto celestial!...” (v. 138) El Trovador.
Leonor... ¡delicia inmortal! (v. 273) El Trovador.
 
Fernán Pérez aparece en el drama Macías como un tipo-símbolo de la repulsiva nobleza. El casamiento con Elvira, es para él un triunfo. 
También podemos ver que él no es tan valiente como don Nuño, porque en el duelo que tendría con Macías, don Enrique promete salvarlo...
Yo veré si hallo algún medio
de evitar, honroso y justo,
el duelo; mas por si al cabo
no se encontrase ninguno,
disponeos, que es valiente” (vv. 1452-1456) Macías. 

Ninguno logra triunfar porque Leonor y Elvira se suicidan. Nuño tampoco consigue el triunfo por matar a su rival porque después de acabar con su vida descubre que su rival era su propio hermano. 

3. Venganza.

Azucena es el personaje más original de la obra de El Trovador, pues en ella vemos la venganza, el amor materno... Además, pertenece a una comunidad marginada y está obsesionada por la quema de su madre. Azucena posee un vigor, una fiereza y al mismo tiempo una desolada y primitiva ternura que hacen que sus apariciones escénicas conciten el mayor interés de los espectadores. 

El tema de la venganza aparece con más énfasis en El Trovador,  ya que en la obra Macías, el protagonista lucha con todo lo que se interpone en su camino y en el de su amada Elvira, pero no podemos decir que haya venganza en sus duelos. Sin embargo, vemos, como hemos dicho, en Azucena, una venganza exagerada que le da  sentido al tema del amor imposible en la obra.
 
Azucena cuenta a Manrique una historia en la que su madre fue acusada de bruja y quemada porque la acusaron de hacer brujería contra un bebé que empezó a enfermar de la familia de Los Lunas que era hermano del conde Nuño. Ella, al ver cómo quemaron en la hoguera a su madre, recordó para siempre la venganza que su madre le pedía. Es por esto que Azucena robó al bebé, por el cual habían acusado a su madre, para quemarlo en el mismo lugar donde la supuesta bruja murió. Pero Azucena, al ser también madre, no tenía valor para quemar al bebé, pues sentía pena por el llanto del niño.
En ese momento de miedo, pena, y sintiendo grandes nervios, quemó a su verdadero bebé en vez de tirar a la hoguera al otro. Pero ella le dice a Manrique que ella quemó al bebé y salvó a su hijo, porque quiere que Manrique crea que él es su hijo verdadero, pues tiene miedo de quedarse sola y morir sin nadie a su lado.
Ella no quería perder a Manrique porque ella lo había salvado y con eso se justificaba para que él ahora no la abandonara a ella.
    
Los textos en los que podemos ver la actitud de Azucena se ve muy clara en el siguiente ejemplo:
" Yo no había olvidado, sin embargo, a la infeliz
que me había dado el ser; (...)
Esta lucha era superior a mis fuerzas, y bien pronto 
se apoderó de mí una convulsión violenta... yo oía con-
fusamente los chillidos del niño y aquel grito que me de-
cía: ¡Véngame! (...)" (pág.47 El Trovador).

2. Cómo se sienten las enamoradas y los enamorados.

 Enamoradas:

Las enamoradas se ven obligadas a concebir matrimonio con hombres a los que no aman. Es por eso que llegan a sentir odio por estos hombres nobles que solo buscan en ellas intereses. Además a ellas no les importa la nobleza que ellos poseen, porque para lo realmente importante para las enamoradas es el amor verdadero, aquél que carece de condición o interés.
Sienten una gran pena de amor y por eso vemos que sus discursos están cargados de interrogaciones retóricas y exclamaciones, porque expresan su sentimiento de angustia y pena por tener que ser entregadas a hombres que no son sus amados.  
Lo podemos observar en Elvira en el siguiente texto:
“¿No he de llorar, ¡desdichada!,
si ya no vuelve Macías,
y dentro de pocos días
por mi palabra empeñada
vendrá Fernán Pérez?” (vv. 250-254) Macías.

Y también en Leonor:
“¿Qué he dicho? No sé,
no sé lo que he dicho, conde:
¿queréis...? Le aborreceré.
¡Aborrecerle! ¡Dios mío!
Y aún amaros a vos, sí,
amaros con desvarío
os prometo... ¡amor impío,
digno de vos y de mí!” (vv. 225-232) El Trovador.
Aquí, además podemos ver cómo Leonor pide a Nuño que este salve a Manrique. Para ello, Leonor está dispuesta a entregarse a un Nuño, hombre al que no ama, para salvar a su verdadero amor.
Podemos ver lo que la enamorada es capaz de hacer por amor, ya que ella ama de verdad. Su amor no tiene condición ni interés. 

La opción de ingresar en un convento antes que vivir en desamor es la decisión que toman Leonor y Elvira en estas obras.
En el caso de Leonor, su amor por Manrique representaría el amor profano frente al amor sagrado que ella le tiene a Dios porque le prometió ingresar en el convento para siempre y morir allí apartada del mundo. Vemos un contraste entre estos dos amores que hará que Leonor se sienta muy culpable por amar a Manrique. Además este hace que Leonor salga del convento y huya con él. Es por esta razón por la ella se considera mujer ingrata. Podemos observarlo en:
“¡Ay!, todavía
delante de mí le tengo,
y Dios, y el altar, y el mundo
olvido cuando le veo.
Y siempre viéndole estoy
amante, dichoso y tierno...” (vv.127-132)

En el caso de Elvira notamos la tristeza que siente y su deseo y casi necesidad de entrar en un convento, por ejemplo en el siguiente texto:
“Ahora ya el llanto es ocioso:
En situación tan funesta,
sólo un arbitrio me resta,
y el emplearlo es forzoso.
Yo ser de otro no podré,
pues con vos casada estoy;
mas ya que aún vuestra no soy,
jamás, señor, lo seré.
Señalad vos un convento,
adonde a ocultarme vaya,
y donde esposo no haya
que redoble mi tormento...” (vv. 1526-1537) Macías.

A Elvira le lleva tomar la decisión de casarse con Fernán Pérez los celos, furia, venganza... que siente cuando su padre le asegura que Macías ya está casado con otra mujer. Leonor nunca da un sí a Nuño a diferencia de Elvira.
En el siguiente fragmento podemos notar a la enamorada con pensamientos ilusos de amor; ella cree que su amado se ha casado con otra mujer. Es por culpa de los sentimientos de celos que invaden a la enamorada por lo que ella acepta a Fernán Pérez como esposo y decide casarse con él sin amarlo. Lo vemos en:
“¡Perdóneme, señor, si hoy más que nunca
presente aquel amor en la memoria
en vano lucha por borrar del pecho
la esperanza engañada! Yo más fuerzas
encontrar en mí propia presumía
cuando el plazo pedí: mas, ¡ay!, yo nunca
pensé que él de mi amor se olvidaría...” (vv.313-319) Macías. 

 Enamorados:

 
Macías y Manrique sienten amor verdadero por su amadas. Ambos son muy valientes y por eso están dispuestos a hacer cualquier cosa por amor. Cuentan con grandes dificultades que se interponen en el amor de sus vidas y es entonces cuando nos transmiten sentimiento de frustración y tristeza. Los dos son trovadores. Son inferiores a sus amadas porque carecen de nobleza.
Podemos ver en el siguiente ejemplo que son personajes paralelos por la forma en la que se expresan: 
"Clava en mi pecho un puñal
antes que verte perjura
llena de amor y ternura
en los brazos de un rival."
El Trovador,(acto V, escena 7)

"Clávame antes en el pecho
un puñal que eso me digas."
Macías, (acto II, escena 9)
Estos dos personajes tienen más diferencias que semejanzas, por ejemplo: Manrique ignora que es de origen noble y ama a una mujer con superioridad social a él. Además tiene el problema de su madre, que es gitana y además no cuenta la verdad hasta que él muere. Esto no le sucede a Macías, que es un personaje mucho más lineal.
“Un secreto, Leonor...
Sé que vas a despreciarme;
ya era tiempo...esa gitana,
esa, Leonor, es mi madre.” (vv. 262-265) El Trovador.

Manrique cree que su amada se negaría a entregarse a él al conocer su procedencia. Él justificaba la posible decisión de que ella se entregase a Nuño porque él si tenía un apellido noble, pero Manrique no podía ofrecerle eso. Lo que en la época, como hemos explicado, toma un gran valor.
“Llora si quieres,
maldíceme porque infame
uní tu orgullosa cuna
con mi cuna miserable.
Pero déjame que vaya
a salvarla si no es tarde;
si ha muerto, la vengaré
de su asesino cobarde.” (vv. 267-272) El Trovador.

Macías debe rebelarse contra don Enrique, símbolo de máxima autoridad, y contra Fernán Pérez, que simbolizaría los valores sociales del momento, por su amor a Elvira. Es un personaje valiente y siente necesidad de hacer lo posible por conseguir su amor.
Podemos verlo, por ejemplo, en el siguiente fragmento donde Macías de dirige a don Enrique:
“¿Volverme yo?
¿Y tú me lo mandas? No.
¡Trágueme antes el abismo!
Yo de aquí no he de moverme
sin que a Elvira por esposa
me concedan. ¿Qué otra cosa
pudiera a Andújar traerme
sin tu aviso? Ni en la tierra
habrá quien de ella me aleje;
ni me mandes que la deje,
ni que me parta a la guerra,
ni que piense ni imagine,
sino el cómo ha de ser mía...” (vv. 1027-1039) Macías.

En el caso de Manrique entra en prisión con Azucena; en el caso de Macías es un prisionero de un sistema social que le da más importancia a los objetos que a los seres, los cuales solo adquieren valor en relación con personas de reputación social establecida.
Podemos decir que la prisión de Macías sirve para sellar visualmente el fracaso a que están destinados los amantes, la perseverancia, la dignidad propia y la rebelión contra un sistema opresivo injusto.

1. Cómo son los padres de la época y cómo se refleja en el texto.

Nos encontramos con la reacción absolutista de Fernando VII (1814), el pronunciamiento liberal de Riego, los Cien mil hijos de San Luis, con la correspondiente reimplantación ultra-absolutista del monarca y, sobre todo, la terrible conflictividad que habría de engendrar la abolición de la ley Sálica por Fernando VII y la subsiguiente entronización de Isabel II a la muerte de su padre. Los padres en esta época decidían con quién debían de casarse sus hijas porque los matrimonios se hacían por conveniencia familiar. No se tenía en cuenta los sentimientos de las enamoradas y estas eran obligadas a vivir frustradas por el desamor.


Tanto el padre de Elvira como el hermano de Leonor quieren que se entreguen a hombres al que no aman por conveniencia. A pesar de saber que ellas están enamoradas de otros que aunque no poseen sangre noble, o al menos que ellos lo sepan, ya que Manrique desconoce su procedencia, tienen valentía y sentimientos de amor por sus amadas. Ellos están dispuestos a luchar por ellas en duelos con sus rivales porque se niegan a vivir en desamor. Y esto para las enamoradas es algo más importante que el hecho de que un hombre sea noble. Ellas llegan a aborrecer y odiar a Nuño y a Fernán Pérez porque solo buscan en ellas la conveniencia de no manchar su sangre, pues se niegan a entregarse a mujeres pertenecientes a estamentos más bajos que ellos. Podemos decir que estos nobles desean casarse porque entre ellos y las enamoradas no hay diferencias sociales. 
 
En los siguientes ejemplos veremos cómo el hermano de Leonor le dice a Nuño que a él le conviene que su hermana conciba matrimonio con él, ya que este es noble y de Manrique se desconoce su procedencia. 
“Noble he nacido,
y noble, don Nuño soy.” (vv. 79-80) El Trovador.
“Y jamás mancha ninguna
la oscurecerá.” (vv. 83-84) El Trovador.

El padre de Elvira piensa que su hija debe casarse con quien él decida. Es por eso que desea a un noble para su hija, porque no permitiría a una persona inferior para Elvira, pues como hemos visto era muy importante en la época el hecho de que en el matrimonio los padres no solo influyan sino que sean ellos los que decidan con quién han de casarse sus hijas y aquí se refleja esa preocupación e interés de los padres.  
Destacamos el siguiente texto donde vemos descripciones que hace el padre de Elvira desvalorice a Macías, donde podemos ver que no le da ningún valor positivo por no pertenecer a la nobleza:
“Mas, ¿qué bienes
son los suyos, Elvira? ¿Caballero
y no más? ¿Hombre de armas, o soldado?
¿Mal trovador, o simple aventurero?(vv. 409-412) Macías.

En el siguiente texto veremos cómo el padre de Elvira la obliga a cumplir su palabra y que se casara con Fernán Pérez por interés de él. 
Para que Elvira se decidiera a casarse con Fernán Pérez, su padre le cuenta una historia falsa que se inventa Fernán Pérez, para provocar furia y celos en ella.
“Ora yo envuelto en bandos y disturbios,
doquiera que me aparte de Villena,
allí el peligro. Y si aún ayer llegara
ese mozo infeliz que te enamora,
pudiera ser que entonces Fernán Pérez
al pacto se ciñera; mas en vano,
en vano le esperastes, y ora, Elvira,
es fuerza, o dar tu mano al noble esposo,
o al rencor exponernos y a la ira,
y a la venganza atroz de un poderoso.
Él mismo aquí lo dijo...” (vv. 368-378) Macías.

 

Introducción.

 
OBJETIVOS

Haremos una comparación sobre los temas más importantes entre la obra de Macías, de Mariano José de Larra y El Trovador, de Antonio García Gutiérrez. 
Nuestro propósito será ver en textos pertenecientes a estas obras aquellas características que relacionan o diferencian a ambas obras. Para ello, relacionaremos a los personajes y a partir de ellos veremos los subtemas principales.
El objetivo fundamental será ver las ideas en los propios textos.

Los temas que explicaremos serán los siguientes:
  • Amor imposible:
  1. Cómo son los padres de la época y cómo se refleja en el texto.
  2. Cómo se sienten las enamoradas y los enamorados.
  3. La venganza.
  4. Importancia del triunfo.
  5. Suicidio.
  
BIBLIOGRAFÍA

  • LARRA, Mariano José, Macías (1834), Colección Austral, Edición Luis Lorenzo-Rivero y George P. Mansour, Madrid.   
  • GARCÍA GUTIÉRREZ, Antonio, El Trovador (1851), Cátedra, Edición de Carlos Ruiz Silva, Madrid, 1985.   
  • GIES, David. El teatro en la España del siglo XIX (1994) Cambridge University Press, Traducción de Juan Manuel Seco, Gran Bretaña, 1996.